El consumo de bebidas gaseosas ha decrecido continuamente durante los últimos ocho años, en Estados Unidos. Una de las medidas paliativas, de marcas como Coca Cola, Pepsi y Dr. Pepper Snapple, fue incrementar los precios y así mantener sus ingresos. Pero cada vez más la población prefiere consumir agua, café, jugos u otras alternativas; no gaseosas.
En 2010, entre Coca Cola y Pepsi, invirtieron alrededor de USD $20.000 millones en la compra de las mayores embotelladoras del país. De ahí que en el 2011 estas empresas incrementaran de forma destacada sus precios. Para el 2012 los precios volvieron a subir, pero esta vez la proporción fue menor. Sin embargo, el consumo decreció de manera ostensible.
Hasta el 30 de diciembre de 2012, las ventas de gaseosas cayeron un 0.6%, es decir fueron de unos USD $28.700 millones; de acuerdo a la investigación publicada por SymphonyIRI Group. Lo que preocupa es que, -históricamente,- durante los meses finales del año, las ventas han tendido a incrementarse. La duda que subyace es si esta tendencia permanecerá o no. El analista de bebidas de Sanford C. Bernstein, Steve Powers, lo expresó así “la pregunta es si esa es la nueva realidad.”
¿Cuál es la importancia de las gaseosas para Coca Cola o Pepsi? Las gaseosas son casi el 25% del mercado de bebidas en los Estados Unidos. Si la tendencia permanece latente en, los ingresos solo podrían verse compensados con lo generado en América Latina, donde las gaseosas reportaron un 40% de crecimiento en 2012.