Gracias a la era de las redes sociales, la relación entre empresas y clientes ha cambiado considerablemente. Presentamos 6 tipos de clientes surgidos en la era tecnológica entre ellos: el saboteador, el infiel, el perdido, el parcialmente fiel, el fiel y el fan.

Definitivamente la era de las redes sociales ha cambiado las relaciones entre empresas y clientes. Con estas plataformas de comunicación 2.0, el consumidor tiene la oportunidad de entablar un diálogo directo con las marcas. Media –Treff, un portal alemán, presentó los principales tipos de clientes surgidos debido a las redes sociales:

El primer tipo de consumidor es el saboteador, son muy peligrosos para las marcas porque ahuyentan a otros clientes y la mayor parte de las veces lo hacen a propósito. Este tipo de consumidores utilizan los tradicionales canales offline y por supuesto las redes sociales. Este tipo de consumidor es consciente de que en internet las críticas se difunden como pólvora y es un experto en el manejo de las nuevas herramientas online. Es importante que las marcas los identifiquen a tiempo y tomar las medidas adecuadas para contrarrestar sus ataques contra la empresa.

El cliente infiel es otro tipo de los clientes actuales. Su comportamiento es nómada y van hacia la empresa que les hace mejores ofertas, por lo que son proclives a los descuentos y las rebajas. Por lo general resultan poco rentables para las empresas ya que consumen muchos recursos empresariales sin traer muy buenos resultados. Sin embargo muchas veces algunos clientes infieles pueden convertirse en aliados de las empresas mediante el boca a boca tanto en canales online y offline.

El tercer tipo de cliente es el perdido, que la mayoría del tiempo son clientes olvidados. Este tipo de consumidores esconden un gran potencial para las empresas; pues es más fácil recuperar un cliente perdido ya afín de los productos y servicios de la marca que ganar nuevos clientes o robárselos a la competencia.

Los clientes parcialmente fieles son consumidores que compran el mismo producto a varias empresas. No tienen marcas favoritas y se guardan siempre algún as bajo la manga. Su fidelidad es por lo tanto, solo parcial. Este tipo de consumidor no ama a la empresa, pero tampoco la odia. Se mantendrá leal mientras no encuentre una alternativa mejor. Sin embargo, este cliente puede ser también potencialmente peligroso para la marca, ya que es silencioso, no critica y está dispuesto a dejarse llevar por otros consumidores que si expresan su opinión sobre la empresa.

El clientes completamente fieles son el tesoro más valioso de las marcas. Este tipo de consumidores compran casi siempre en las mismas empresas. Para ellos, el precio del producto o servicio es lo de menos. Para retener a los clientes fieles, las marcas deben emprender acciones de marketing de fidelización.

Finalmente está el consumidor fan o multiplicador. En esta era, este tipo de consumidores se han convertido en el codiciado objeto de deseo de las marcas tanto dentro como fuera del internet. El objeto benéfico del fan sobre la marca va más allá del boca a boca, el fan no sólo comenta con sus amigos y conocidos que ha probado un determinado producto o servicio, sino que hace recomendaciones basadas en su propia experiencia.

Fuente: www.marketingdirecto.com

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