Veronica Muñoz Ana Lucía Goetschel María Isabel Cevallos
Las buenas prácticas de turismo sostenible «no pegan, re-pegan en el balance de pérdidas y ganancias» dijo María Isabel Cevallos de Napo Wildlife Center   en esta primera entrega, en la que compartió con nosotros la experiencia que vive día a día al aplicar prácticas de turismo sostenible en una gestión comunitaria que abarca a 30 familias aproximadamente en la reserva del Yasuní en el oriente de nuestro país. Además, contamos con la presencia de Ana Lucía Goetschel, propietaria de la hostería y reserva  Séptimo Paraíso en Mindo,  lugar que también ha adoptado turismo sostenible, trabajan desde el reciclaje hasta la capacitación de los lugareños en atención adecuada a los turistas. Rainforest Alliance representado por Verónica Muñoz en nuestra entrevista, es la organización que ha trabajado conjuntamente con estas dos reservas en la implementación de los procesos que han dado excelentes resultados tanto en la sostenibilidad y en sus ingresos.
Verónica Muñoz, explicó que la diferencia entre Napo Wildlife Center y Séptimo Paraíso es que la primera reserva es administrada por una comunidad del lugar conformada por familias, mientras que la segunda, es de propiedad privada. Las dos mantienen beneficios directos para las comunidades, como la compra de insumos, mencionó.
La reserva ubicada en el oriente del país está a cargo de la comunidad quichua Añangu, conformada por 170 personas pertenecientes a 30 familias. Todos los integrantes de la comunidad tienen empleo en el hotel y trabajan rigiéndose a ciertas reglas específicas en las que el punto principal es la protección del medioambiente y con políticas de no pescar, no cazar, respetar la flora y fauna, entre otros cuidados del ecosistema, señaló María Isabel.
La capacidad del lodge es de 12 cabañas para 24 personas y para llegar se puede consultar toda la información en la página web. Hay una operación que llega al aeropuerto de Quito para transportar a los turistas hasta el Coca y luego los movilizan hasta la reserva en botes amigables con el medio ambiente, explicó nuestra invitada.
Rainforest Alliance está trabajando con Napo Wildlife Center en un proyecto para proteger la región amazónica desde hace 1 año. El diagnóstico de la zona demuestra buenas prácticas y están en buen camino para conseguir una certificación en turismo sostenible, explicó Verónica Muñoz. Próximamente se iniciarán proyectos de capacitación de buenas prácticas para mejorar las aéreas identificadas como débiles, acotó.
Ana Lucía Goetschel, propietaria de la reserva Séptimo Paraíso, comentó que ha costado mucho esfuerzo convertir una hacienda que vivía de la tala, en una reserva sostenible. Sin embargo, “desde hace dos años hemos mejorado muchas cosas, la visión es ver a la conservación como un negocio, manteniendo las buenas prácticas. Eso da mayor rendimiento en la parte comunitaria, económica, personal, en la parte ética…como negocio es bueno porque mientras más se aprende, menos se gasta”, opinó.
Séptimo Paraíso no es administrado por una comunidad, pero la mitad del equipo que maneja la reserva es gente nativa. Trabajando todos juntos realizan trabajo sostenible de igual forma, protegen 4.210 hectáreas y ya han reforestado 80 con árboles nativos de la región, explicó Ana Lucía.
El nicho más grande de la hostería son sus campamentos ecológicos, ya que hacen campamentos vacacionales y para esto, los guías nativos son instruidos en trato de niños, primeros auxilios, natación y ecología.

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