Ahora hay que preguntarse si uno realmente conoce a sus clientes. Los hábitos de consumo se han tornado, para muchos, en un mar poco navegable. La gente cambia y por lo tanto, todo aquello que es creado por y para la gente, cambia.

Nadie duda que todos los innumerables cambios que ha sufrido el mundo, nos han llevado a cambiar nuestros hábitos de consumo, en otros países más que otros. Lo cierto es que todos tratamos de ajustar los presupuestos de las empresas y los personales.

Por esta razón, hoy por hoy en las empresas, el conocimiento del consumidor se ha convertido en una tarea más ardua que nunca antes. Ahora estamos reconociendo a nuestros consumidores.

Las herramientas son varias para alcanzar este gran objetivo, hay que determinar las adecuadas para nuestro servicio y/o producto, algunos expertos recomiendan que para estos momentos, hay que dedicarse a realizar investigaciones cualitativas, pero no hay que olvidar que siempre se debe confirmar estos datos con una investigación cuantitativa.

Los cambios más drásticos se han dado en el entretenimiento, se han cambiado las cenas por los cafés y la frecuencia de “salir” a hacer algo con los amigos. En nuestro país, varios discuten estos cambios de hábitos, si se dieron o no y, cuáles son los verdaderos cambios.

Sin duda los cambios se mostraran en el presupuesto navideño. En el mundo, las predicciones son positivas, pues en los países desarrollados ya están saliendo de la crisis. Acá, en el Ecuador, veremos qué pasa con la distribución de los regalos, su tamaño e inversión.

Lo cierto es que todos estamos cambiando nuestros hábitos y con tratando de que el “un dolarito” se extienda lo más posible y alcance para más regalitos. La navidad ha cambiado.

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