El simplificar los logotipos de marca es una tendencia creciente. Cada vez son más las grandes marcas que están sustituyendo la alegría y personalidad que había en su identidad por un logotipo algo más sencillo y serio para el mundo digital.
El diario USA Today por ejemplo, recientemente ha transformado su imagen. Según aseguraron desde el periódico, el objetivo es ser más amable digitalmente. El resultado de eso es un punto con una tipografía bastante básica. Y nada más. Pero, ¿dónde quedó la personalidad? ¿No se ha buscado mantener una relación basada en esa personalidad de marca?
Actualmente el razonamiento consiste en simplificar las cosas. Pues las marcas que nacieron online están buscando la manera de ser tomadas más en serio mientras que las marcas offline buscan un aspecto más genérico para encajar mejor online. Quizás esta situación sea el resultado de dar demasiado control a los arquitectos de la experiencia del usuario, que tratan de llevar todo a un ámbito más racional y, por lo tanto, transaccional. O tal vez se trate de diseñadores de marca quienes no están dispuestos a apostar y sumergirse en las posibilidades del mundo online para ver qué es lo que sucede.
Lo simple está bien, de todas maneras hay que asegurarse de que la identidad mantiene toda la personalidad que sea posible para que pueda salir adelante. Por ejemplo Coca-Cola, ha utilizado el rojo y la simplicidad hasta el punto más crítico y ha dedicado los últimos años a diseñar y destilar los elementos icónicos mientras utilizaba otros aspectos, como la ilustración o el tono, para acentuar su comunicación e imagen.
Evolucionar y reaccionar ante el mundo que las rodea es lo que las marcas necesitan, y esto tienen que hacerlo de forma natural y orgánica para que la personalidad que cautivó una vez al público perdure siempre en un primer lugar, y sea reforzada.
Cuando es el momento de enfrentarse al mundo digital no hay que entrar en pánico, sino apostar por la evolución. Hay marcas que han sabido cómo evolucionar, como Twitter, Starbucks o Burberry. Pues los consumidores se identifican con la personalidad de una marca, por lo que trasladarla del mundo offline al mundo online es un aspecto esencial. Se debe rediseñar, simplificar y destilar, pero sin dejar atrás todo lo que hubo antes en nombre de la tecnología y la funcionalidad. Al final de cuentas, la simplicidad no es tan simple como parece.
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