Las redes sociales han cambiado el mundo. Facebook, Twitter, Google+ y cualquier otra plataforma social se han convertido no sólo en medios para conectarse, sino en una parte importante del estilo de vida digital.
Los servicios digitales como Klout y PeerIndex pueden medir no sólo a quién conocemos, qué decimos o qué hacemos, sino que establecen puntuaciones y rankings con la capacidad de influir sobre aquellos con los que estamos conectados. Esta actividad está haciendo que los usuarios de las redes sociales empiecen a replantearse el uso que hacen de las plataformas.
Las marcas son cada vez más conscientes de la importancia del poder de las redes sociales y la influencia en sus usuarios, ya que estos servicios también pueden ayudar a las compañías a identificar a aquellas personas que están conectadas. El objetivo es expandir su alcance en los nuevos medios y mercados.
El potencial que aporta la influencia social es importante, porque los servicios que clasifican e identifican la influencia abren la puerta a nuevas oportunidades de negocio para cultivar relaciones beneficiosas entre líderes digitales y autoridades.
Las marcas desean ampliar su alcance en las redes sociales y, al mismo tiempo, los consumidores pueden ganar reconocimiento y ser recompensados por su estado online. No obstante, esta situación también presenta una serie de retos a medida que los negocios y los consumidores digitales empiezan a lidiar con lo que es y no es la influencia.
La influencia digital está en manos de los responsables de las marcas, del marketing y los profesionales de comunicación quienes desean utilizar estas herramientas de influencia para aprender más acerca de los entornos sociales y la gente que influye en esos mercados.