Nike inició una nueva fase que cree será importante para el desarrollo de su marca en el futuro, motivar a los desarrolladores para que creen aplicaciones para FuelBand, su pulsera que mide la actividad física.
La empresa proporcionó a un grupo de desarrolladores terabytes de datos de sus clientes que usan la pulsera digital. El fabricante espera que el conjunto de datos, que incluye desde la duración promedio de una carrera (35 minutos) hasta qué tan energéticos son los residentes de ciertas ciudades, promueva la creación de aplicaciones que transformen a la FuelBand en un producto indispensable. La FuelBand, una pulsera que en EE.UU. cuesta U$149, busca ayudar a las personas a controlar sus hábitos físicos a través de un sensor que mide su actividad y premia con puntos según el nivel de actividad.
La operación de compartir datos de Nike es parte de una transición más amplia del gigante de indumentaria deportiva de Beaverton, Oregon, para ser una empresa tecnológica. Nike, que el año pasado facturó cerca de U$24.000 millones, ya no puede limitarse a fabricar calzado y ropa deportiva, subrayó Olander.
Sin embargo, la FuelBand, que Nike lanzó a principios del año pasado, también tiene una serie de competidores. Empresas nuevas como Fitbit y Jawbone, que crean productos similares para monitorear el estado físico, ya comparten información de sus usuarios con desarrolladores de aplicaciones, y gigantes tecnológicos de la talla de Apple y Google están surgiendo como posibles rivales al trabajar en sus propias tecnologías que se pueden usar en el cuerpo.