Día del Trabajo temor al futuro, el trabajo entre generaciones y la sostenibilidad de empresas

Gracias a la celebración del día del trabajador hoy, se analiza la situación laboral mundial, regional y por país; en los distintos medios de comunicación lo que nosotros diríamos “se pone en agenda” y se difunde el discurso. Sin embargo, el  temor al futuro, el trabajo entre generaciones y la sostenibilidad de empresas no son de los temas en los medios. 

El tema más importante para muchos es lo que va a pasar. Cierto es que debemos pensar en el futuro para prepararnos. Sin embargo, vivimos en el presente y las cifras que se muestran no son de lo mejor. 

¿Cómo resolver esta situación actual? 

Más inversión, mejores reglas de juego y sobre todo, leyes con sus reglamentos que permitan formalizar el trabajo que se realiza a diario. Impedir el comercio informal. Eliminar las reglas que han quedado obsoletas porque la dinámica es distinta a la del siglo pasado.

Lo que me lleva a un tema de fondo. Veo con preocupación el temor de las personas para enfrentarse a cambios por muchas razones, las económicas y el deseo de no perder el “reinado de corrupción” son unas, pero más allá de esto, el miedo de enfrentarse a los retos que puede producir un cambio.

Sabemos que la vida en sí misma es un cambio permanente. El universo nos brinda ese ejemplo. Cada día es distinto al otro, nunca hay uno igual al anterior.

Los cambios que se han presentado en los últimos años para el desarrollo laboral son innumerables, el resultado personal dependerá de la preparación que uno tiene para sobrellevarlos. Desde la tecnología hasta los desastres naturales alrededor del mundo, pasando por la pandemia que nos detuvo por largo tiempo, son cambios que afectan a la situación laboral. 

Y sí, los seres humanos tenemos que adaptarnos a distintas situaciones todos los días, para esto, tenemos el instinto y el razonamiento como base de nuestras elecciones, eliminar el temor al futuro, ser consciente del trabajo entre generaciones y la sostenibilidad de empresas.

La falta de lectura, el consumo de información basada en fuentes no calificadas y la cantidad de desinformación actual, refleja también en el resultado de la decisión. El círculo de las malas decisiones puede llevar a una persona incluso a estados de salud desagradables. No se diga de inversiones, proyectos o un trabajo. 

He escuchado de muchos adultos decir lo que los padres de antes, también decían: la juventud de hoy es otra cosa, son terribles, eso en mi tiempo ni pensarlo, entre otras frases comunes. Seguro también lo han escuchado o incluso lo han dicho. Cada generación será distinta a la anterior, por razones obvias, el entorno es diferente y el mundo en su contexto es distinto. 

Lo mismo con el aspecto laboral, la adopción de nuevo personal joven trae retos permanentes a las empresas, especialmente donde las reglas no están claras. Según algunos estudios, los Z (aunque no me gusta esto de etiquetarnos) son más conscientes con los hechos del entorno, por eso se ocupan de las causas sociales y otros aspectos que los millennials, o sea los Y y otras generaciones no. 

Mientras que algunos millennials y Xs se preocupan mucho por adaptarse a la tecnología, obvio que los Zs, no lo hacen. Así que las empresas tienen que adaptarse con más rapidez, mientras que los Zs tienen que tener más paciencia, pero la energía juvenil muchas veces no quiere esperar nada.

La convivencia laboral debe basarse en los valores más profundos del ser humano, los que no deberían cambiar, muchas veces cambian muy rápido de acuerdo a la conveniencia personal, me refiero al respecto, el honor, la honestidad, la tolerancia, entre otros. Los Zs así como los Ys y los Xs, todos tenemos que seguir aprendiendo de la experiencia de los más adultos pues en el fondo, se dice que el diablo sabe más por viejo que por diablo. 

El hambre de crecer, el sentimiento de sentirse incomprendido y hasta minimizado, de los jóvenes en las empresas, puede dejar a las organizaciones sin innovación, lo cual es esencial para la sostenibilidad de las mismas. Por lo tanto, las gerencias deben tomar los pasos para acoger a las nuevas generaciones y existen muchas prácticas para esto. 

Los Xs y Boomers que son accionistas, directivos y gerentes en distintos niveles, como “los mayores”, habrá que demostrar la madurez emocional requerida para apoyar a los equipos de trabajo en adaptación, es decir en cambio.

La tecnología incluyendo a la AI, podrá reemplazar muchos oficios o profesiones, pero jamás podrá eliminar la relación humana, el centro del poder para el desarrollo de todo lo que hacemos.

Las personas podemos aprender de todo, unos más que otros en distintos temas; y, no todos debemos saber de todo, eso es imposible, para eso es el trabajo en equipo y los resultados suelen ser grandiosos. 

Nuestra inteligencia emocional se convierte entonces en el pilar fundamental, lo que debemos mejorar siempre para eliminar el miedo al futuro, a los cambios, y a los ajustes de todo tipo. Nos permitirá conservar nuestro liderazgo, ser gentiles y educadores permanentes dentro de la organización, por más pequeña que esta sea. 

Así que sin miedo al futuro, aprendamos de manera permanente, tal vez el mayor reto es renovarnos a nosotros mismos. El mundo es precioso, cada día nos demuestra con esos amaneceres que sin importar lo grises que sean, siempre hay algo hermoso en ellos. 

¡Feliz día del trabajo!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí