Dayanara Pazos, chef y propetaria de “Larcadia Pasta Gourmet”, sacó al mercado este nuevo restaurante con un concepto diferente de la pasta italiana: las pastas frescas. Nuestra invitada nos contó de dónde nació esta idea innovadora, que refleja lo aprendido en varios países de Europa. Lo particular de su negocio, además de ser una nueva propuesta, es que los productos son un trabajo manual artesanal, “por lo tanto, por el momento, todos saldrán de mi pequeña cocina”, comentó.
Dayanara Pazos y su esposo, vivieron durante 11 años en el exterior; recientemente, regresaron al Ecuador para cultivar lo que aprendieron. La propietaria de este nuevo restaurante vivió 5 años en Argentina, en donde estudió gastronomía, después viajó a Italia e hizo un posgrado en enología y gastronomía italiana específica, y finalmente, fue a Australia para trabajar en una cadena de hoteles con influencia asiática.
Al regresar al país, Dayanara notó que la cultura de comida extranjera en la gente ecuatoriana ha crecido bastante, pudo ver un interés en probar nuevos sabores y alimentarse bien. Entonces, a pesar de ser especializada en pastelería, escogió este tipo de comida italiana para aprovechar lo aprendido con el campeón mundial de sommelier en Torino, Bruno Caccetta y la experiencia adquirida en uno de los 10 mejores restaurantes de Italia. Otro factor importante para Dayanara, fue el seguir la corriente que se está dando bastante en Europa, el “slow food”, que se opone a “fast food”. Como comentó nuestra invitada, es importante sentarse en una mesa para comer, alimentarse con un plato nutricional y mantener la tradición; en este caso, de las pastas frescas italianas.
Larcadia, el restaurante ubicado en la González Suárez, tenía cosas básicas en su apertura, sin embrago, poco a poco la variedad de platos se ha extendido para satisfacer a sus clientes. “Los clientes regresan, de alguna manera están incorporando mi comida a su dieta semanal” comentó nuestra invitada. La frecuencia de visitas de los clientes argentinos, uruguayos e italianos es de una vez por semana, comentó; los ecuatorianos van una vez cada 3 semanas.
Para dar a conocer el restaurante, Dayanara determinó un target e hizo publicidad en una revista de vinos, que va de la mano con su comida. Al principio, utilizaron flayers con descuentos que dieron muy buen resultado y ahora se manejan mucho con los referidos. La mayoría de sus clientes son de la zona, pero los referidos generalmente, van de la Quito Tenis y Cumbayá. Según nuestra invitada, es importante educar a sus clientes con flayers explicativos que asesoren para poder consumir bien un producto, en caso de los semielaborados, por ejemplo.
Para un futuro, Larcadia seguirá creciendo según los clientes lo permitan, comento Dayanara. Sin embargo, ella no apoya las franquicias, ya que a su criterio, la calidad de la comida baja. La intención es mantener un lugar exclusivo, en donde los productos se sigan preparando como un trabajo artesanal, explicó.
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